Mónica Limón Bento, tiene 39 años y es Diplomada en Turismo. Ha trabajado en hoteles desde que terminó la carrera con 21 años, tanto en España como en Inglaterra, y ahora en Dinamarca donde reside actualmente, también continúa trabajando en el sector. Vive concretamente a 12 km de Billund, la ciudad de los niños y del mundo de Lego, junto con su pareja y su hijo de casi 7 años.
Su día transcurre entre el trabajo, la escuela de danés, paseos en bicicleta por las múltiples zonas verdes que caracterizan este área y ratos de ocio con mi familia y amigos. Hay multitud de actividades y lugares para los niños. Aunque siempre que tiene días libres viaja a un nuevo sitio para conocer más sobre Dinamarca, o aprovechan para ir a diferentes lugares, como Alemania que es para los daneses, como Portugal para los españoles.
“Actualmente trabajo en el Hotel Legoland como subgobernanta, con un equipo fantástico y multicultural. Nos comunicamos en danés, aunque teniendo tantos trabajadores de todas partes de Europa, muchos vienen a trabajar sólo la temporada de verano por lo que no hablan danés, así que debemos también hablar en inglés gran parte del tiempo con ellos. Tengo clases de danés 2 veces por semana, éste será el cuarto idioma que hablo con fluidez. Nunca dejaré de aprender, ya sean idiomas, habilidades, lugares, estilos de vida, creo que quién sigue aprendiendo continuamente, sigue también creciendo. El gobierno pone a disposición de todos los extranjeros escuelas de danés gratuitas para favorecer la integración laboral y social. Hay diferentes módulos, con distintas dificultades pudiendo alcanzarse hasta el nivel C1. Aquí toda la educación es gratuita, incluida la Universidad, donde no solo no pagas, si no que como estudiante recibes una ayuda económica de alrededor de 800 euros al mes, y esto se aplica a todos los estudiantes venidos de la Unión Europea.

A pesar de que solo lleva un año y medio viviendo allí, Limón asegura que ya lo siente como su casa: “En tan solo ese tiempo me han hecho sentir tan cómoda y a gusto, con tantos frentes abiertos para seguir creciendo, que nuestra idea es quedarnos indefinidamente”.
Asimismo, señala que no es la primera vez que deja Lepe, pues ya estuvo 7 años viviendo en Inglaterra antes de tener a su hijo: “la razón principal es la búsqueda del desarrollo profesional y laboral para poder tener una mejor calidad de vida, y sobre todo que mi hijo crezca en un lugar repleto de posibilidades, donde puedes ser quien quieras ser. Aquí no importa de dónde vienes, si no lo que demuestras que vales, lo valoran, te aprecian y te ayudan a ser más aún. Por desgracia en la zona de Huelva eso es imposible, y mucho más difícil si nos referimos sólo a Lepe”.
También, reflexiona sobre las vivencias y el aprendizaje que te llevas tras vivir en el extranjero: “Vivir fuera de casa me ha enseñado a ser responsable, a madurar, a darme cuenta de lo mucho que hay por aprender y por ver en el mundo, pero sobretodo a perder el miedo a arriesgar y a luchar por mis objetivos. Me ha enseñado también a valorar mi tierra y a ver las muchísimas cosas que tiene y que son indudablemente las mejores del mundo, como su gastronomía. Los españoles somos muy queridos en Dinamarca, ellos adoran España y la lengua española. Siempre me hacen sentir bienvenida y orgullosa de ser española”.
-¿Qué ha sido para ti lo más sencillo y lo más complicado de vivir fuera de España?
– Lo más fácil de vivir fuera de España ha sido adaptarme porque es un país super tranquilo, cómodo, seguro,…que ofrece muchas alternativas sean cuales sean tus preferencias. Lo más difícil es sin duda alguna tener a la familia lejos, porque a ellos sí que se les echa de menos. La suerte es que estamos al lado del aeropuerto y en 3 horitas y media me planto en Sevilla, o ellos aquí. En mi caso estoy acostumbrada a vivir fuera, pero si pienso en cuando me marché la primera vez de Lepe, y fuí a Inglaterra, recuerdo que al volver sentí escalofríos al recorrer las calles después de tanto tiempo.
-¿Qué mensaje le darías a alguien que dude sobre la opción de vivir en el extranjero?
– Les diría que no lo dudasen ni un momento. El crecimiento personal, el grado de madurez que alcanzas, es algo que no desarrollas quedándote en el mismo pueblo toda tu vida. Conoces a gente de otros países que aportan experiencias y sabiduría a tu vida. Amplías la mente, y te das cuenta de que la vida son posibilidades y más posibilidades, infinitas mientras quieras, al fin y al cabo nuestro único límite es nuestra mente.