
Historias para no dormir: inocencia
Si aún no has leido la primera y segunda parte puedes hacerlo ahora. Tercera parte La casa de Aitor estaba vacía. Parecía que se habían ido de viaje.-Malditos cobardes- gruñó Susana.-Vamos a casa- dijo Saúl, preocupado-. Volveremos en otro momento.-¡No!- gritó ella-. Estar aquí me ayudará a recordar.Susana miró a su alrededor y cerró los…