Un vecino de Lepe se lleva una semana sin luz tras el apagón porque se le olvida subir los “plomillos”

luz lepe

“Yo ehque zoy mu tranquilo. A la semana me dije: ¿esto no es mu raro?, a vé zi he bajao los plomos y no ma´cuerdo y efectivamente, fui pa´llá y bajaos estaban ”. Ha comentado Bartolo Contreras.

Bartolo Contreras es un vecino de Lepe que se ha llevado una semana sin luz en casa porque, tras el apagón del lunes 28 de abril, bajó los plomos de su casa tras escuchar la recomendación en la radio del coche. “Yo estaba trabajando y mis compañeros me dijeron que se había ido la luz en toa España, así que nos fuimos pa casa, por el camino escuché en la radio que había que bajar los plomos pa que cuando volviera no se estropeara ningún electrodoméstico y eso hize. Lo malo es que después se me olvidó”. Ha comentado a esta redacción Bartolo Contreras.

Tras bajar los plomos, Bartolo se fue anca Cristino el de la gasolinera y compró dos sacos de 20 kilos de escarcha de hielo, volvió a casa y llenó la nevera grande de Polisur que había comprado hace unos años para el cumpleaños de su primo Paco, “y dieciocho cajas de botellines que tenía en casa pal chozo de la Romería. En principio iba a echar solo los seis botellines que tenía en el frigorífico, pero digo, po no que he comprao mucho hielo me parece a mí, así que, pa amortizá el hielo po eché el resto”.

Así olas cosas, Bartolo se sentó en el butacón y fue bebiéndose los botellines a la espera de que volviese la luz.

A la mañana siguiente, Bartolo pensó en bajar a comprarse una radio o a escucharla en el coche, pero vive en un tercero y le daba pereza bajar y subir por las escaleras, así que, como tenía también mojama, ratitas, queso, chorizo, morcón y salchichón a «ehpuertas», todo para el chozo romero, “Po digo yo… no me preocupo ni mijita, ¡ya vendrá!”.

Preguntado por esta redacción sobre su trabajo, Bartolo sentenció que “no me avisaron en toda la semana, «loh zijoputa»”. Bartolo lleva 30 años trabajando en la Junta de Andalucía de peón de carreteras, era el encargado de poner las señales en los baches, pero este año, al haber más baches que señales, le sugirieron que se liberara por el sindicato NKC (Ná ka cé), así que ahora se dedica a hacer reuniones con otros funcionarios cuando alguien quiere que le aumenten los complementos de las nóminas o tiene dudas sobre los Trienios o Sexenios, amén de las peleas por los asuntos propios.

“¡No zon buenas las neveras grandes de Polizú y la escarcha que vende Cristino!”

Comenta Bartolo entre risas, ya que, a la semana, viendo que le quedaba poco hielo y todavía alguna caja de botellines, amén de una mijita queso, salió al pasillo de su planta y golpeó la puerta de su vecina Manolita, “pa vé zi la mujé había ido a comprá hielo ya que ella trasmina mucho y zeguro que no za quedao en caza, dije yo. Y mi sorpresa fue que me dijo que había lú, me fui pa caza y efectivamente, era que «ma zabía orvidao» subí los plomo”.

Arreglado el problema, Bartolo se volvió a incorporar a su trabajo, no sin la preocupación de “A vé ahora cómo repongo yo los botellines y el costo pal chozo a una semana vista de la Romería”, así que ha redactado una reclamación de daños y perjuicios a un tal Pedro Sánchez, “que por lo vihto dice Rando que eh er que tiene la curpa”. Finalizaba Bartolo.

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Paco Cordero

Director de Lepe Actual y La Voz del Campú

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