Hola, mi nombre es Julián Prieto y soy entrenador en FunXional Training. Voy a abordar un tema que ha sido un problema importante para la salud de la población durante mucho tiempo: el sobrepeso. Espero poder ayudar a todas aquellas personas que necesiten tomar conciencia de que estamos frente a algo muy serio y valioso, como es la salud.
El sobrepeso generalmente se debe a diversos problemas que discutiremos hoy aquí. En primer lugar, los malos hábitos adquiridos desde la infancia hasta la adolescencia, que se desarrollan hasta la adultez.
Uno de los aspectos a tener en cuenta para abordar el sobrepeso es la actitud, ya que en la mayoría de los casos nos encontramos con una actitud sedentaria. El sedentarismo es una de las principales causas de la existencia de tanto sobrepeso en la población actual.
Para empezar a remediar esto, les presentaré el concepto de “NEAT” (Thermogénesis de Actividad No Ejercitaria), que abarca todas aquellas acciones rutinarias que no se consideran actividad deportiva programada, aunque impliquen esfuerzo físico y generen un gasto calórico.
El NEAT es uno de nuestros mejores aliados para combatir el sedentarismo. Una manera de abordar esto es aumentar el NEAT diario, es decir, no pasar tanto tiempo sentado en el sofá, especialmente después de comer. ¿Sabías que caminar durante solo 30 minutos después de las comidas favorece la digestión y la glucemia? Esto significa que mejorarás la digestión y tus niveles de azúcar en sangre estarán más estables si caminas unos 30 minutos después de comer en lugar de recostarte en el sofá o la cama.
Hay muchas formas de aumentar el gasto calórico diario con acciones tan simples como subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, ir a la tienda de la esquina caminando en lugar de tomar el coche, que a veces tarda más en estacionar que ir a pie. Estoy seguro de que a muchos les ha pasado.
Después de haber comenzado con todo lo anterior, verás que no era tan difícil. Pero déjame decirte que si ya has empezado, has dado un gran paso. Una vez que hayamos integrado el hábito de caminar, será cada vez más fácil, seremos menos sedentarios y sentirás que tu cuerpo te pide más actividad. Este es el momento de dar un paso más para mejorar la salud. Y cuando hablo de mejorar la salud, no me refiero solo a perder peso, que es lo primero que se nos viene a la mente al hablar de esto. Recordando que estamos tratando con una población sedentaria y con problemas de sobrepeso, es importante entender que el sobrepeso es un peso superior al saludable, que puede ser de 5, 15 o incluso 25 kilos, dependiendo de cada persona. Cada individuo es único y tendrá diferentes necesidades, pero con un objetivo común: mejorar la salud y la calidad de vida.
Aunque la pérdida de peso está bien, no siempre mejorará nuestra salud solo por el hecho de perder unos kilos. El número en la balanza es solo un indicativo; lo importante es de qué está compuesto, como la cantidad de grasa, masa magra, líquidos y tejido óseo. Es crucial diferenciar la pérdida de peso de una recomposición corporal, que sería lo más aconsejable para lograr lo que realmente buscamos: ganar en salud.
Para lograr esto, necesitaremos dos cosas: entrenar fuerza y llevar una alimentación saludable que busque un equilibrio que nos permita disfrutar de todo el proceso.
En primer lugar, comenzaremos con un entrenamiento de fuerza guiado por un profesional con formación y experiencia en entrenamiento y nutrición. Esto nos ayudará en la recomposición corporal, que básicamente consiste en aumentar la masa muscular y reducir los niveles de grasa, mejorando el perfil lipídico, el metabolismo basal y otros indicadores importantes para evaluar nuestra salud.
La combinación de entrenamiento de fuerza y ejercicio cardiovascular será ideal para obtener resultados óptimos. Sin embargo, no debemos apresurarnos para alcanzar el objetivo principal, ya que tendremos que pasar por las fases de adaptación necesarias para integrar todo esto gradualmente hasta que se convierta en un hábito y forme parte de nuestra vida, no como una obligación, sino como una satisfacción.
Los beneficios de combinar el entrenamiento de fuerza con el ejercicio cardiovascular, junto con una alimentación saludable y equilibrada, son mucho mayores de lo que puedas imaginar. Esta combinación es perfecta para mejorar nuestra calidad de vida.
El entrenamiento de fuerza nos proporcionará una sensación de bienestar y placer después de su práctica, gracias a sustancias químicas segregadas naturalmente por el cuerpo llamadas hormonas, que aseguran el correcto funcionamiento del organismo.
El perfil hormonal mejorará notablemente, activando más de 50 hormonas cuyos efectos pueden durar horas después de la práctica deportiva. Las responsables de esa sensación placentera que te brinda el entrenamiento son la dopamina, la serotonina y las endorfinas, de las cuales hablaré más adelante.
Ahora, pasemos al perfil estético, que juega un papel muy importante en nuestra salud mental, tan importante como todo lo mencionado anteriormente. Te verás mejor, te sentirás emocionalmente mejor, tendrás una autoestima más alta, estarás más seguro de ti mismo y mejorarás tu estado de ánimo. En general, experimentarás sensaciones muy positivas gracias a la práctica del deporte.
Se trata de mejorar tu calidad de vida para disfrutarla mejor y durante más tiempo. En definitiva, perder peso no tiene que ser lo más importante, aunque será una consecuencia de la práctica deportiva y de llevar una alimentación saludable y equilibrada. Priorizar una recomposición corporal será la mejor opción para alcanzar el objetivo.