Desde su infancia en una familia humilde y trabajadora hasta convertirse en maestro
Juan Alberto Medina González ha construido su camino a base de esfuerzo, constancia y una inquebrantable voluntad de superación. Apasionado por el deporte, la naturaleza, la cocina y los viajes, su historia es la de alguien que no se rinde ante los obstáculos y que siempre encuentra motivos para aprender y crecer. En esta entrevista, nos habla de sus raíces, de los valores que lo han forjado y del emocionante futuro que le espera en la educación.
¿Cómo describirías tu relación con “Los Paletas”? ¿Qué crees que es lo que más valoran de ti las personas que te conocen?
“Los paletas” apodo por el que conocen a mi familia materna en nuestra localidad. Familia trabajadora y humilde donde las haya. Mi relación con ellos es cercana, aprovechamos cualquier evento para juntarnos. Aunque he de decir que entre trabajos y otros planes, resulta difícil juntar a una familia tan grande.
Aunque no me gusta describir mis aspectos positivos, pienso que lo que la gente valora más de mí es que: soy una persona cercana, trasparente y con buen corazón.
Mencionas que eres alguien que disfruta del cachondeo y ayudar a los demás. ¿Cómo combinas ese carácter alegre con tu determinación y esfuerzo constante?
Prácticamente, me encanta estar siempre bien, hacer bromas y echar unas risas diariamente con cualquier tontera. Siempre he tenido una forma de ser que se ha caracterizado por ayudar y enseñar lo poco que sé.
En cuanto a esta pregunta, para bien o para mal me considero una persona muy ruda, y eso ha influido en mi mundo laboral y académico hasta el momento. Aunque siempre alternándolo con mis tonterías y con “mis cositas”, como yo digo.
¿Cómo influyen los valores que te inculcaron en tu familia en tu forma de ver y afrontar la vida?
¡Mis padres son mis referentes! Ellos, me han dado una buena educación, me han guiado y, gracias a ellos soy quien soy.
En el trabajo, en los estudios y en la vida misma me han inculcado que “hay que mover las manos”, “que cuanto más viento y temporal haya, más cadena hay que arriar” y que “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.


De todas tus aficiones deportivas, ¿hay alguna que consideres especialmente significativa o que te haya enseñado lecciones importantes?
He practicado el tenis de mesa, tenis, pádel, fútbol, fútbol sala, voleibol, bádminton, esquí y patinaje. La más significativa y especial para mí ha sido el tenis de mesa. Fue el deporte de mi infancia y del que siempre tengo buenos recuerdos en las salidas y torneos junto a Chino, Antonio, Limón, Diego Puncho y Juan Carlos Camacho, entre otros. Junto a los dos últimos, logramos un segundo puesto en el Campeonato de Andalucía.
¿Qué te motiva a explorar actividades en la naturaleza como la pesca o recolectar setas?
En cuanto a la costa, pienso que uno de los factores puede ser de carácter enigmático entre personas que viven cerca del mar y su unión y, el otro factor puede ser familiar, algo intrínseco.
Y, en cuanto a la recolección de setas, es algo muy reciente. El motivo de este interés ha sido debido a la degustación en un bar de la localidad de estos manjares. Pudiendo intervenir, a su vez, que me considero una persona curiosa.
Has mencionado que te estás adentrando en la cocina. ¿Qué tipo de cocina prefieres y qué platos han sido tus mayores logros?
La verdad es que cada vez me gusta más, cuando tengo algún hueco y “robo” alguna receta que me gusta de internet la copio. Aunque finalmente siempre y con la reiteración de la misma (ensayo-error), le doy mi toque personal.
¡El plato preferido que he elaborado ha sido la paella, receta de mi padre! También, arroz casero, doradas al horno, setas y, otros inventos.
Viajar parece ser una de tus pasiones más profundas. ¿Cuál ha sido el lugar que más te ha impactado y por qué?
¡El que me conoce lo sabe, ME ENCANTA VIAJAR! No solo es el viaje, es el pre-viaje (planificación, organización, documentación, gastronomía, cultura del lugar, adaptación…) y, el post-viaje (análisis positivo y negativo de todo). me gusta tenerlo planeado para que salga lo mejor posible). He hecho viajes en solitario, con amigos, con mis padres y con mi pareja, todos me han gustado, hasta el momento el que más me ha impactado ha sido Roma, cada rincón te deja sin palabras y con ganas de volver a verla.
La decisión de dejar el instituto a los 14 años fue un punto crucial en tu vida. ¿Cómo recuerdas esa etapa y qué aprendiste de ella?
¡Totalmente! Nunca fui un buen estudiante, no era la edad, me gustaba mucho estar en la calle, mis padres no podían o no tenían tiempo para estar diciéndome ‘Juan o Alberto, estudiiiiaaaa’ o, simplemente todo eso junto.
Esa etapa es mi historia, mi vida y la recuerdo como si la estuviera viviendo mientras escribo este párrafo:
-Papá, mamá, no quiero estudiar más.
+Mamá, con su instinto maternal, pues tendrás que ir a trabajar. Papá, no te vas a creer que vas a estar todo el día en el sofá, ya hablé con uno. El lunes empiezas en el campo con un conocido.
En ese momento aprendí a sobrevivir y a dar lo mejor que tenía, pero hasta los 18 años no empecé a reflexionar y a pensar en un futuro mejor.
¿Qué impulsó ese “Big Bang de pensamientos” a los 18 años que cambió tu perspectiva sobre tu futuro?
Tras pasar por trabajos como recolector, repartidor, socorrista, camarero y vuelta a la recolección, fue en este último cuando día tras día me levantaba a las 6:30 de la mañana y la jornada no empezaba hasta que las naranjas estuviesen totalmente secas (12.00 del mediodía) y terminaba hasta cargar los trailers (18:00/19:00 aproximadamente). Fue justo ahí cuando dije, no quiero diariamente esto el resto de mi vida.
Durante tu carrera académica, ¿qué fue lo más desafiante y cómo lograste superar esos retos?
Dar el primer paso cuando decido comenzar a estudiar, pienso que es una de las cosas más duras y más hasta cuando tanto tus amigos te dicen (tú que vas a sacar y otros comentarios similares) y, tu padre ( ¡haz lo que quieras, pero a mí no me engañas más!).
También recuerdo la incertidumbre de todo chaval de segundo de bachillerato (cuando el 70% cuando le pregunta el orientador/a, no saben el que estudiar o a que dedicarse). Y, finalmente, otro factor es el irte por primera vez de tu zona de confort, justamente a 386 kilómetros de tu ciudad (Granada), donde hice el Grado de Educación. Cuando en ese momento te haces fuerte sí o sí, creces como persona y que después del largo bagaje dices a boca llena “puedo con lo que me echen”.
Has mencionado que el patrimonio local es un tema que te apasiona. ¿Qué descubrimientos hiciste en tu trabajo de fin de máster que te hayan marcado?
Previamente a responder esta pregunta, debo de decir que me fui de Lepe porque estaba agobiado de vivir diariamente lo que estaba viviendo. Mi sorpresa fue que después de los dos primeros meses viviendo en Granada; mis sentimientos y mi idea principal se contradecían, ya que notaba una extrañez rara y, que, hablando con mi yo personal, me decía “a ver si te aclaras muchacho”.
En cuanto a los descubrimientos, saqué que la mayoría de la población desconocía el potencial de Lepe. Aunque, a su favor decir, he de decir que, no es su culpa y como ya dije en la entrevista que tuve con Canal Costa. ‘Si no se conserva, no se difunde, no se pone en valor, está predestinado a que la historia no cambie’.
Tengo ideas novedosas para potenciar su puesta en valor, pero se necesita varias reuniones, profesionales del sector, inversiones y personas con ganas de llevar al pueblo de Lepe a la champions pueblos españoles, sin desprestigiar al resto.



¿Qué significó para ti aprobar finalmente las oposiciones con una calificación tan destacada?
Como he dicho anteriormente, sigo siendo ese niño con 14 años que lo daba todo Y NUNCA SE DA POR VENCIDO. Dame un pico y una pala y llego a donde yo quiera.
Para mí ha significado confianza, seguridad, fortaleza, pero también agobios, miedos, ansiedad…, etc. Hay que contar lo bueno y lo malo.
En cuanto a la nota, no me la esperaba. Saqué un 9,98 en el escrito. En esa parte de la prueba salí rayado, mi fuerte no es la letra bonita, el tiempo se me echó encima y unido al nerviosismo, pensé que aprobaría raspado. Y, en cuanto a la parte oral, saqué un 9,54. Sin echarme flores, esta parte me salió de escándalo: materiales novedosos, buena explicación…, ya sabéis los/las que os habéis presentado a unas opos.
¿Cómo afecta a tu vida personal y profesional la relación entre esfuerzo, constancia y perseverancia?
Pues la verdad que muy positivamente. Me siento muy orgulloso de todo lo conseguido y de todo lo que me queda por lograr. Sin embargo, aunque predomine lo positivo, también tengo que mencionar que toda mi juventud la he dedicado a trabajar y estudiar y viceversa, he perdido tiempo para estar con los míos y, he dejado de hacer cosas por el objetivo que propuse. No he tenido nunca un verano libre, espero que pronto cambie la cosa (pero sí me he pegado las mías:)).
¿Qué mensaje quisieras transmitir a aquellos que, como tú, enfrentan retos pero no han encontrado aún su camino?
A cada persona puedo decirle o dedicarle algunas palabras o consejo, dependiendo de su contexto, aun así, le diría que: nunca es tarde para enfrentarte a un nuevo reto; los comentarios ajenos son solo eso, comentarios sin más; puedes con todo, y sobre todo da lo mejor de ti siempre.
Estás a la espera de empezar a ejercer como maestro. ¿Qué planes tienes para el futuro una vez inicies esta nueva etapa?
En agosto estaba en el puesto 2285, actualmente estoy el 157 en la general y el 107 en Almería (provincia más cerca). Desearía una vez que se publicase esta información en tu revista amigo Paco, leerla ejerciendo.
Después de 13 años, entre mis planes se encuentra: dar la mejor respuesta a mis alumnos/as, seguir formándome y aprendiendo, pasar más tiempo con los míos y conocer mundo.
Mencionaste que nunca has tenido vacaciones completas. ¿Qué te gustaría hacer cuando finalmente puedas tomarte un tiempo libre?
Me gustaría tener tiempo para mí, sobre todo para seguir conociéndome. Además, me gustaría pasar más tiempo con amigos, familia, pareja; hacer deporte, hacer nuevas recetas, leer más y seguir practicando mis aficiones.



Has pasado por diversas experiencias laborales y académicas. ¿Hay alguna anécdota que consideres especialmente inspiradora o divertida?
Por un lado, laboralmente me gustaría destacar las tardes con mi Primo Juan Banana en el Bar repitiendo escenas de los Simpson y otras historias nuestras, donde no parábamos de reír. Además, la temporada que eché en el campo con mi primo Juanma, hermano Antonio y mi novia, a todos les tenía un mote puesto: la farmacéutica, mi amiga la Mary-Kate
Y, por otro lado, académicamente me gustaría destacar las tardes-noches de tapeo, estudios y salidas por Granada; cuando me di de baja de la universidad tras un colocón de vino mosto; cuando leí el discurso de fin de curso ante de 2.500 personas (que ni me había preparado y que leía literalmente mientras el que grababa me decía mira la cámara); cuando después de un discurso de 10-15 minutos, el profesor suelta “tenéis alguna duda o queréis que el gordo, enano y cabezón se lleve una hora hablando”, en ese momento hice el intento-amago unas 10 veces, mientras lloraba de la risa).
¿Cómo manejas los momentos de duda o desánimo cuando las cosas no salen como planeas?
Principalmente suelo expresarlo a alguien cercano, después viene la fase de que me vengo abajo, seguido de un “que le…..” o de un “de perdío al río” o algo similar, hasta que tiro para delante nuevamente.
Si pudieras volver en el tiempo y hablar con tu yo de 14 años, ¿qué consejo le darías?
Pienso francamente que, si volviese a nacer, volvería a hacer lo mismo. Uno se da cuenta de los errores cuando los comete. Como dice mi padre “ningún mar en calma hizo experto a un marinero”
En cuanto al consejo, le diría que: aprovechase el tiempo, que viviera el ahora, que no se rayase por cualquier tontería, que todo llega para quien se lo curra, que fuese más selectivo socialmente y que solo estuviese con personas que realmente se alegren más que tú por las cosas buenas que te pasan.
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