Con tres empates y una derrota en los últimos cuatro duelos, el San Roque no solo se ha estancado en su pelea por salir de la zona baja, sino que se mantiene en esa lucha gracias a los marcadores que han cosechado sus rivales, incapaces también de enlazar victorias. Tras dos triunfos consecutivos ante rivales de la zona alta de la tabla, el CD Manchego de Ciudad Real, un rival directo por evitar el descenso, rendía visita a Lepe. Fue un partido disputado dentro de un gran ambiente en el Ciudad de Lepe, gracias a una promoción de entradas llevada a cabo por el club. Muy pronto se adelantó el San Roque, por mediación
de Seth Vega, pero poco tiempo después empató Salinas para los visitantes, en un remate de cabeza en posición dudosa. En la segunda parte, pudo ganar cualquiera de los dos equipos, pero el marcador permaneció inalterable, entre otras cosas porque el árbitro anuló por fuera de juego un gol a los leperos,
cuando en primera instancia señaló el centro del campo, pero el juez de línea le hizo rectificar. Con ese sabor agridulce, tocaba rendir visita al Estepona, uno de los conjuntos con más presupuesto del grupo y favorito al play-off. No tuvo opciones el equipo de Lepe, que cayó por un inapelable tres a uno, viendo
además cómo dos de esos goles se encajaron cuando el equipo contrario jugaba en inferioridad numérica. Juan Villar hizo el único tanto sanroquista, el primero desde su regreso a tierras leperas. Con otro gran ambiente en nuestro campo, con la presencia y aplauso para todos los jugadores de la cantera aurinegra que saltaron al campo antes del encuentro, nos rendía visita el Cádiz Mirandilla, que se presentaba como un rival propicio para volver a la senda del triunfo. Al igual que en el anterior choque casero, Seth puso pronto en ventaja a los nuestros, pero los hombres de Pavón dieron un paso atrás al comienzo de la segunda parte, lo que aprovechó el filial cadista para crecerse y empezar a rondar el área
local, y fruto de esa insistencia llegó el empate al cuarto de hora. De ahí al final, fue un quiero y no puedo del San Roque, con varias ocasiones claras falladas y, para colmo, Juan Villar se lesionó de gravedad en el codo al final del choque, y se perderá lo que resta de temporada. Así que los aurinegros llegaban con la
imperiosa necesidad de ganar en su visita a la Real Balompédica Linense, para no complicar más la situación clasificatoria. Fue un buen partido de los leperos, pero con el guion repetido de los últimos tiempos, de nuevo se puso por delante en el marcador, tras quedarse el rival con un hombre menos por doble tarjeta amarilla, pero se volvió a encajar un gol de cabeza tras centro lateral en un nuevo fallo defensivo, y en la reanudación no supo aprovechar esa superioridad numérica en el campo para traerse los tres puntos de La Línea de la Concepción.
Tras 27 jornadas, y a falta de siete para el final, el San Roque suma 29 puntos, y gracias a que sus acompañantes de la zona baja tampoco ganan, se encuentra a sólo tres puntos de la salvación.
