Uno de los temas de más controversia en terapia y a pie de calle es el de cómo
crear relaciones sanas, ya sean de amistad o románticas. A menudo
escuchamos quejas como: “No tengo que explicarle a nadie cómo debe
comportarse” o “La gente hoy en día no se molesta en construir relaciones y a la
mínima desiste”. Esta percepción de que las relaciones deben fluir sin esfuerzo
puede ser un obstáculo para el desarrollo de conexiones significativas.
En realidad, este tipo de pensamiento está muy lejos de ayudar a crear
relaciones sanas. Para construir vínculos que nos completen, es esencial dejar
de centrarnos tanto en lo que la otra persona puede sentir o pensar, y comenzar
a evaluar cómo nos hace sentir a nosotros mismos. Esto no es egoísmo; al actuar
de esta manera, nos permitimos conocer a personas que buscan lo mismo y con
las que podemos sentirnos libres y plenos.
Un punto crucial es mostrarnos tal como somos. Aunque al principio tendemos
a mostrar nuestra mejor versión, es fundamental que podamos compartir todas
las partes de nosotros mismos y ver si la otra persona se siente cómoda con ello.
Solo así podremos crear relaciones basadas en la admiración, el cariño y la
aceptación. Es importante entender que no a todo el mundo le gustaremos, pero
al dejar salir nuestra versión más auténtica, podremos construir relaciones
genuinas y descartar personas con las que no nos sentimos cómodos.
Además, es vital evaluar cómo esas personas nos hacen sentir, permitiéndoles
también mostrarse como son. Aceptar que no todos nos harán sentir bien es
parte del proceso. Cada persona es diferente, y tratar con cariño esas diferencias
nos ayudará a encontrar nuestro lugar. Como dice el refrán, “siempre hay un roto
para un descosido”, lo que nos recuerda que cada uno debe buscar a las
personas con las que se sentirse pleno.
Establecer límites de manera asertiva y cariñosa desde el principio es otro
aspecto fundamental para construir la relación que deseamos. Esto puede ser
visto como una prueba de fuego para comprobar si podemos construir algo con
esa persona. También es importante saber cómo reaccionar cuando alguien nos
establece un límite; entender que es un intento de la otra persona por mantener
la relación puede ayudarnos a ser más receptivos.
Cuando tenemos claro lo que buscamos, es más fácil encontrar personas que
se correspondan con ello. Es como cuando te dicen que no hay coches rojos, y
de repente, comienzas a verlos por todas partes. No es que haya más coches
rojos, sino que ahora estás más atento a ellos. Del mismo modo, si focalizamos
nuestra atención en personas con las que sentirnos bien, aparecerán. En
realidad, no necesitamos a tantas personas en nuestro entorno; con tener una o
dos personas con las que ser nosotros mismos es suficiente.
Al conversar con la sociedad, descubrimos que hay muchas personas que
anhelan relaciones profundas y auténticas, cansadas de la superficialidad y la
falta de responsabilidad emocional. Esto nos inspira a mantener la esperanza de
que existen individuos dispuestos a construir relaciones sanas y significativas.
¿Y tú? ¿Quién recuerdas cuando piensas en esas personas con las que puedes
ser completamente tú mismo?

Isabel Rodríguez @conciencia.psico
Hola. Soy Isabel, Psicóloga Clínica y Neuropsicóloga. Natural de Lepe. Me gustaría utilizar este espacio que me han cedido para acercar a mis vecinos y vecinas del pueblo conocimientos que espero que puedan resultar útiles, sobre el ámbito de la salud mental, así como proporcionar herramientas que puedan aplicar a la hora de gestionar situaciones de nuestro día a día.





