Marzo, un mes que tiñe las calles de morado y que contagia el espíritu de la lucha por la Igualdad. El 8 de marzo, además de ser mi cumpleaños, es una fecha cargada de simbolismo. Una cita llena de fuerza, que deja ver los avances que hemos conseguido las mujeres a lo largo de la historia, además de observar y reflexionar sobre nuestra sociedad actual.
El Día Internacional de la Mujer marca una reivindicación colectiva, donde, celebramos el progreso, pero también reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de género. El 8M nos inspira a seguir luchando por un mundo donde todas las mujeres puedan vivir libres de discriminación y disfrutar plenamente de sus derechos.
Desde hace más de 100 años, el 8 de marzo es un día que celebra los derechos conquistados por las mujeres en todos los ámbitos y conmemora la larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos.
A lo largo de los años, el 8M ha evolucionado de una jornada de protesta a una celebración de la diversidad y el empoderamiento femenino. Las mujeres hemos logrado avances significativos en áreas como la educación, la participación política y el acceso al mercado laboral. Sin embargo, persisten desigualdades en salarios, representación y derechos reproductivos.
Queda camino por andar
La brecha salarial, la falta de representación en puestos de liderazgo y la violencia de género son problemas que aún afectan a mujeres en todo el mundo. Por lo tanto, es nuestro compromiso trabajar para alcanzar la eliminación de estas desigualdades y construir un mundo donde todas las mujeres tengamos las mismas oportunidades.