Cuidado con el perro

Habrá que felicitar este año a esos animalitos de compañía que hemos dado en llamar “mascotas”, vocablo que viene del francés “mascotte” (amuleto). Lo digo porque en nuestro país viven muy bien, sobre todo los canes, y de ahora en adelante les irá mejor: tienen menos deberes pero tantos derechos como las personas, y ya algunas los pasean cómodamente en carritos para bebés; yo no sé si nos estamos pasando o idiotizando.

A veces, los dueños interrumpirán los idilios con Morfeo de esos dormilones para sacarlos a excretar y llevarán la correspondiente bolsita que algunos no utilizarán si miran en derredor y no ven a nadie cerca, (en todo caso siempre verán más tusos que niños).

Disfrutarán de los exquisitos menús que se anuncian en los medios de comunicación, que ya quisieran para sí muchos críos hambrientos de este injusto mundo, y al menor aullido doloroso los acercarán raudos a la clínica veterinaria más cercana en la que aliviarán o sanarán sus patologías.


No me digan ustedes, que no es para felicitar a unos animales que viven mejor que los chiquillos de mi generación (posguerra) y que muchos de esta.
He tenido canes que siempre hacían sus cosas en el campo y respeto mucho a la gente responsable y preparada para lidiar con esa amigable fauna doméstica, y por supuesto, que no tengo nada contra esos nobles compañeros ya sean pastores, huskys, atilas, labradores, etcétera, porque siempre han prestado y siguen prestando una muy valiosa ayuda al ser humano.


Pero sí tengo mucho contra los dueños de los mismos que no respetan nuestros zapatos, y en particular, contra el que chismorreaba en un corrillo mientras su mimado “amuleto” se alzaba sobre mi tórax ladrándome como un condenado, y estando a punto de hacerme caer de espaldas cuando daba un paseo por la plaza Manuel Summers.


Las personas que actúan así no están educadas para adoptar animales ni para vivir en sociedad sino entre cerdos, con eso se rodearían de mascotas acordes con su sucia forma de comportarse. Dicho esto, con todos mis respetos por los que pastorean piaras que apuesto a que son más limpios.


Por José Dacosta Ramírez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *